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jueves, 18 de agosto de 2011

Política en femenino

Las mujeres ganan fuerza en las administraciones locales de navarra


Carola Gutiérrez, Ainhoa Biurrun e Inmaculada del Río, ediles de Ezcabarte, Ansoáin y Berriozar


La presencia de las mujeres en los ayuntamientos de la Cuenca de Pamplona ha experimentado un incremento del 20% desde la última legislatura, una cifra engrosada por el aumento de representantes municipales en las localidades donde se ha multiplicado la población.

De los datos publicados en la revista Concejo se extrae que, frente a las 491 mujeres que ocuparon un sillón en los consistorios navarros durante la legislatura 2007-2011, en la actual lo hacen 100 más, 591. En la Cuenca de Pamplona, el aumento se cifra en 18 ediles, alcanzando el centenar de concejalas.

La estadística ilustra una tendencia que se repite en todas las esferas de la sociedad: el creciente peso e influencia de la mujer. Un "proceso imparable", según Inmaculada del Río, concejala de NaBai en el Ayuntamiento de Berriozar; Aran-tza Biurrun, edil socialista del Consistorio de Ansoáin; y Carola Gutiérrez, exalcaldesa de Ezcabarte y representante municipal de la Agrupación Independiente de esta localidad en la actualidad. Para estas tres mujeres, los datos son "positivos", y evidencian una importante evolución social.

CORRESPONSABILIDAD. "Es un buen síntoma que haya aumentado el número de mujeres que quieran dedicar una parte de su tiempo a la política", afirma Inmaculada del Río, "especialmente en esta sociedad que sigue siendo muy machista, en la que el patriarcado está aún vigente".

"Una evolución positiva aunque insuficiente", matiza Arantza Biurrun. La socialista analiza los factores que hasta ahora han disuadido a muchas mujeres a la hora de tomar parte en la política: "Por un lado, a nivel local hay que empujar y animar a la participación no sólo a las mujeres, sino también a los hombres, porque a veces la representación local no es tan atractiva como puede ser la política en otros niveles. A su vez, para la mujer no existe una corresponsabilidad en casa. Entrar en política es añadir un cargo más a sus responsabilidades familiares y personales".

En este punto existe consenso entre las tres concejalas, quienes opinan que el proceso para superar estas limitaciones es necesariamente "muy lento". "Pesa mucho esa mochila de carga cultural, histórica, que llevamos las mujeres, y que es un peso que no nos ha dejado ir abriendo puertas", relata del Río.

Carola Gutiérrez, por otra parte, remarca las importantes diferencias que se han producido en las formas de vida en sólo una generación: "No nos podemos quejar de nada. Nosotras, como mujeres, podemos dedicarnos a muchas cosas más que nuestras madres. Yo era la mujer del marmolista, y él pasó a ser el marido de la alcaldesa; eso antes era impensable".

"Ése es el cambio", recalca del Río, "las mujeres estamos despertando, ya no sólo nos dedicamos a hijos y maridos, estamos descubriendo y abriendo muchas puertas. Hablamos de nuestras madres; la mía vivió eso, tuvo 11 hijos, y tuvo que ocuparse de los animales", narra.


EXPERIENCIA POSITIVA. Biurrun, quien acumula 16 años como concejala en Ansoáin, recuerda los inicios de su carrera política: "Hoy en día las cuestiones de género entran dentro de la agenda local, es un discurso asimilado por hombres y mujeres. Cuando yo empecé en esto, de eso ni se hablaba, y ahora no se cuestiona". La concejala entró en el Ayuntamiento con 23 años, de la mano de Alfredo García. "El tema del socialismo y la UGT lo he vivido en mi casa porque mi padre era militante, y por eso me animaron", cuenta. Destaca el "importante aprendizaje" extraído de sus años en política municipal: "Vas moderando el impulso inicial, comprendes que las cosas no son blancas o negras y realizas un esfuerzo continuo de ponerte en la situación de los demás".

Del Río valora, por su parte, el conocimiento de la forma de funcionar de un Ayuntamiento. "El concepto que se tiene desde fuera es muy distinto de lo que realmente es. La gestión es como la de tu propia casa: presupuesto, actividades... Siempre con responsabilidad, honestidad y compromiso hacia los vecinos", explica la concejala, quien anuncia que posiblemente ésta sea su última legislatura.

Gutiérrez califica su experiencia como "totalmente positiva", y reconoce que "todos deberíamos pasar por un ayuntamiento alguna vez, nos volvemos más cívicos, valoramos el esfuerzo, y lo que cuestan las cosas". Esta vecina de Arre relata como pasó de golpe "de ser una vecina a ser alcaldesa", y señala que, en su caso, tuvo la suerte de contar con el apoyo de su madre: "Ella me ayuda con mi hija. Le pasa a mucha gente, los abuelos hace un papelón".

Todas destacan la importancia de sentirse apoyadas por sus familias. "Te dedicas mañana y tarde al Consistorio, y alguien tiene que hacerse cargo de la casa, la compra, los hijos...", explica del Río. "Son todas las horas del día, te vas con los problemas a casa, llegas enfadada y lo pagas con quien menos debes...", añade Biurrun.

Los datos dan pie a ser optimistas. Aunque, como concluye Gutiérrez, el deseo es "que no tengamos que hablar del aumento de la participación de las mujeres en la política como una novedad, que sigamos por este camino para que llegue un momento en el que se convierta en algo normal".

fuente : "Diario de Noticias"

fotografía : Unai Beroiz


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