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martes, 16 de febrero de 2010

El propietario de Náguiz afirma que la Cartuja "daría esplendor al valle"

Pone como ejemplos el santuario de San Miguel de Aralar y el Monasterio de Leyre

La Orden Cartujana quiere trasladarse de Aula Dei (Zaragoza) a Ezcabarte

Un hombre señala el lugar donde se prevé la Cartuja ( Iban Aguinaga )

"La Cartuja daría esplendor al valle como lo hacen en Navarra los monasterios de Leyre y la Oliva, San Miguel de Aralar, Iranzu... que están ubicados en un entorno forestal y que tienen una gran acogida por los navarros y todos los visitantes", sostiene Joaquín Elizalde Urdánoz, propietario del señorío de Náguiz, un paraje del Valle de Ezcabarte que compró el 25 de junio de 1997 a las hermanas Mora y Aragón y que ha donado a los Padres Cartujos para que construyan una Cartuja. Un proyecto que, de momento, está paralizado porque, como concluyó en agosto el Gobierno de Navarra, no puede realizarse en suelo forestal. Ahora, están a la espera de que el Ejecutivo resuelva una instancia para autorizarlo o no.

Este empresario navarro, dueño también del Señorío de Adériz, explica que decidió donar la finca a esta congregación "por ser una orden milenaria contemplativa. También por su austeridad y su entrega en una humilde celda, apartados del mundanal ruido". Y es que, según indica, "los cartujos desde 1084 están instalándose en las cumbres o en los montes, apartados de la civilización", pero que actualmente están teniendo "un problema tremendo" porque en algunos lugares como Évora (Portugal) o Aula Dei (Zaragoza) se están quedando "a las puertas de las urbanizaciones". De hecho, la intención es que los cartujos de Aula Dei se trasladen a Náguiz.

El proyecto está siendo redactado por Miguel Oliver y su equipo de arquitectos "conscientes de que proyectar una cartuja en el siglo XXI es uno de sus mayores retos profesionales", indica Elizalde. Asimismo, señala que el edificio cuenta con "veinte celdas individuales totalmente aisladas entre sí, como prescriben las normas de la Orden Cartujana. Como lugar de reunión tan sólo comparten la Iglesia, en la que se reúnen dos veces al día para la oración en común. Cada celda dispone de un jardín exterior y de un taller de trabajo, además de una zona de dormitorio y oración privada". Respecto a los accesos, expone que "se desarrollan íntegramente según el proyecto redactado por un equipo de ingenieros de monte. La mayoría de recorridos utilizan los caminos que ya existen, que se mejoran considerablemente, y el resto por caminos dentro de los señoríos de Adériz y Náguiz". En cuanto al agua, se suministrará desde la Fuente de la Cueva, que hay en el señorío, cuyo caudal comprobaron en 2009 que "es suficiente". Tomarán la luz de "la red cercana al Señorío, que en la actualidad da servicio al pueblo de Anoz".

Los opositores a este proyecto, que han puesto en marcha una plataforma, argumentan, entre otras, razones urbanísticas o medioambientales. El propietario de Náguiz niega que "se arremeta contra el paisaje, ni se destruye el actual, sino todo lo contrario. Se potencia la reforestación que inicié yo, siguiendo la tónica de ejecución que hemos realizado desde hace más de diez años y que la misma plataforma, a través de los medios de comunicación hace propaganda del acierto y sus bondades". En esta línea, destaca que el proyecto "tiene como primer objetivo el respeto a la orografía y a la vegetación existente y a la aportada", así como que "el conjunto de la edificación no supone más que un 0,58% de la superficie del terreno, y poco más de las edificaciones que desde miles de años existen". Asimismo, comenta que "resulta que ahora me están dando la razón, que yo he hecho una cosa maravillosa para el valle, con mi dinero y las subvenciones del Gobierno de Navarra. A mí me ha encantado el monte toda la vida y por eso lo he hecho y por eso lo he donado a los cartujos, porque serán los mejores cuidadores que pueda tener". Tras manifestar que respeta "todas las opiniones, pero tienen que venir avaladas por la verdad auténtica, no por medias verdades", confiesa que su "intención es embellecer el valle y el señorío de Adériz lo más que pueda".

Accesos

Por otro lado, asegura que no se prohíbe "a nadie el acceso hasta las puertas de la cartuja. La entrada al edificio de la cartuja está reservada a los propios cartujos, pues es un lugar de oración y silencio para los monjes que están dentro, y eso es lo único que se pretende preservar. Esta es la manera de funcionar de todas las cartujas en el mundo y es una de las razones por las que podemos garantizar que en el futuro el territorio se preservará de agresiones o actuaciones traumáticas para la zona". No obstante, añade que, al tratarse de "una propiedad privada, como lo son los jardines de muchas casas del valle, podrán disfrutar del lugar en tanto en cuanto respeten las normas de silencio, nada más".

Además, Elizalde quiso aclarar que "la donación de unas 140 hectáreas está realizada con la condición de que se mantenga con el fin para el que ha sido donada, es decir, como dotación religiosa" y que "precisamente eso garantiza que en el futuro no se urbanizará para otros usos". Igualmente, menciona que "mientras viva en el casco de Adériz no se hará nunca una vivienda".

Finalmente, tras cinco años de trámites el propietario del Señorío de Náguiz considera que "parece que se comienza a vislumbrar la luz al final del túnel". Sin embargo, hace hincapié en que cuando se decidió hacer la Cartuja en este enclave "estaba en el mismo lote otra en Corea del Norte, la cual hace dos años que está funcionando. La opinión pública debería preguntar al Gobierno de Navarra y al Ayuntamiento de Ezcabarte el motivo de tanto retraso".

fuente :"Diario de Noticias"


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